MÁXIMO LAUREANO
Miles de personas se quedarán sin transporte urbano este miércoles.
Los encargados de rutas dicen que el alcalde se muestra indiferentes antes las violaciones en Tránsito.
Denuncian que los funcionarios anidan allí la corrupción.
El paro es convocado para pedir que no se aprueben más rutas urbanas para Santiago.
Salir temprano o encargar una bola, aventón o como le llame, es la solución planteada para este miércoles para llegar a tiempo a su destino; la razón es que Varias rutas del transporte de pasajeros en el área urbana de Santiago, paralizarán sus labores, sin importar que miles de personas se queden sin servicios.
La justificación del paro es una protesta por los presuntos atropellos de que son objetos los trabajadores de este sector por parte de las autoridades del Ayuntamiento local.
PARO. Las rutas estarán fuera de servicio 24 horas. Foto MÁXIMO LAUREANO
El paro de labores es convocado por las rutas K, M, C, O y otros grupos afiliados a la Federación de Trabajadores de Transporte de la Región Norte (Fenatrareno), que representa el empresario del transporte, Gervasio De la Rosa, indultado por el presidente de la República, tras ser condenado por estafa al Estado, a través del Plan Renove.
A juzgar por las declaraciones del secretario general, del Sindicatos de Chóferes Unidos de la Ruta K, Domingo Matías, el paro es por 24 horas, para llamar la atención del alcalde Gilberto Serulle, quien se hace el sordo, antes las ejecuciones inadecuadas de los funcionarios del departamento de Tránsito.
Los “sindicalistas” denunciaron que el departamento es dirigido desde el Consejo de Regidores, por el presidente Rolando Sánchez, quien hace lo que quiere por encima de los reglamentos establecidos.
Alegan que se han aprobado nuevas rutas para complacer grupos en perjuicio de los trabajadores del transporte y en perjuicio del ordenamiento del tránsito, el cual se hace cada vez más difícil en la ciudad.
Los manifestantes también hablar de un abultamiento de personal en Tránsito, afirman además que se anida allí un centro de corrupción incubado por ejecutivos municipales dirigidos por Sánchez.