SANTIAGO, República Dominicana.-El hecho resultó pasmoso para todos los que, por coincidencia, se hallaban en los alrededores de la avenida Circunvalación, a orillas del río Yaque.
Eran aproximadamente las 11:00 de la mañana, cuando médicos forenses de Santiago, abrieron un cadáver a la vista de todos los transeúntes, para practicarle un autopsia.
Pero la decisión de la médica forense Fátima Frómeta, sus ayudantes y el fiscal adjunto, Miguel Ramos, de abrir el cadáver de un hombre en descomposición en la intemperie y a la vista de todos, no fue por puro capricho. Los profesionales de la medicina no cuentan en estos momentos con un lugar adecuado para las autopsias, debido a que la morgue del Hospital Regional Doctor José María Cabral y Báez, está en reparación desde hace varias semanas.
Antes, los médicos asignados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) había buscado la opción de hacer las autopsias en los cementerios, pero la autoridades de la Procuraduría General de la República les ordenaron que desistieran de esos lugares.
“La primera dificultad fue sacar el cuerpo de las aguas del río Yaque, llamamos a los bomberos, una vez pusieron el cadáver en tierra firme, los médicos iniciaron el proceso”, dijo Kevin Judeth Pichardo, reportero gráfico que filmó la deprimente escena.
Al ser cuestionada sobre esta práctica inusual por el lugar donde se llevó a cabo, la doctora Fátima Frómeta lamentó que no se haya buscado una solución al problema para que se pueda realizar este trabajo con los rigores éticos que conlleva.
La especialista dijo que es una autorización de sus superiores que las autopsias se hagan en el lugar de los hechos, sobre todo cuando se trate de cuerpos que estén en descomposición, debido a que, ni en el hospital, ni en los cementerios les permiten hacerlas.
En el lugar donde se abrió el cuerpo para el examen, abundaban los curiosos, entre estos niños, adolescentes y adultos de todas las edades. Aún no se ha podido identificar al hombre que apareció muerto a orillas del río Yaque del Norte, con signos de haber sido golpeado con un objeto contundente.
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