NUEVA YORK -- Después de todo este tiempo, aún hay gente que se sorprende con los Rays de Tampa Bay. Tal vez porque se distraen por la última andanza de Alex Rodríguez con los Yankees o por la noticia de que Dustin Pedroia renovó su contrato con los Medias Rojas.
En medio de esto, muy solapadamente, los Rays se encaramaron en la cima del Este de la Liga Americana durante el fin de semana.

De estar en la cola el 23 de junio, ahora luchan palmo a palmo con los Medias Rojas por el primer lugar de la división.
Algunos están asombrados por el repunte ante rivales que triplican o cuadriplican el gasto en nómina de los Rays en una apretada división.
Pero no debería ser así. En Tampa Bay no se cansan de pulir su propio talento, como es el caso del novato venezolano Alex Torres.
Este relevista zurdo de 25 años acaba de convertirse en el segundo lanzador en las últimas 50 temporadas que permite menos de 10 hits en los primeros 100 turnos en su contra de una campaña (9 en 100), emulando el desempeño del cubano Aroldis Chapman con los Rojos el año anterior.
El sábado pasado, Chris Archer --un novato de 24 años que tiene una lonchera del Capitán América en su casillero, blanqueó a los Yanquis al cubrir nueve entradas con 97 lanzamientos. Archer se convirtió en el primer novato visitante en lanzar un juego completo con blanqueada en el Yankee Stadium desde 1992.
Tanto Torres como Archer llegaron a los Rays mediante canjes de abridores: el primero arribó procedente de los Angelinos en la negociación por Scott Kazmir y el segundo por Matt Garza. Fueron transacciones que se precipitaron cuando la franquicia estimó que no iba a estar en las condiciones financieras de retenerles a largo plazo.
Los rostros pueden cambiar en el cuerpo de lanzadores de los Rays, pero los resultados no.
Tampa Bay registró el año pasado el promedio de carreras limpias permitidas más bajo en la Liga Americana desde 1990 (3.19). Fueron el equipo con más ponches en la historia del circuito (1.383) y limitaron a los rivales al promedio al bate más bajo (.228) en 40 años, desde que se incorporó el bateador designado.
En lo que va de 2013, la efectividad de los pitchers de los Rays es de 3.78 para ser sextos en la liga. Están terceros en ponches (846) y primeros en promedio de bateo (.235).
Lo más destacado ha sido el desempeño del cuarteto de abridores conformado por Archer, David Price, Matt Moore y Jeremy Hellickson, todos menores de 30 años. Desde el 19 de junio, casi a la mano del despegue esta campaña, la marca del equipo es de 24-2 cuando esos cuatro suben al montículo, combinándose para una efectividad de 1.86.
El común denominador de los cuatro es que surgieron dentro del seno del club. El dominicano Roberto Hernández --el ex Fausto Carmona-- es el quinto hombre de la rotación y su foja esta temporada es de 5-11 con 4.92 de efectividad. Hernández rompió un patrón al ser el primer abridor sobre los 30 años procedente de otra organización.
"Es impresionante el trabajo que hace el staff del equipo", dijo Torres a The Associated Press. "La organización de Tampa Bay ha sido catalogada por tener el mejor pitcheo de los últimos años. Los resultados se han visto y se están viendo ahora, por eso es que este equipo ha ido creciendo mucho este año. Es un equipo que siempre está metido en la pelea por los playoffs y eso es gracias al pitcheo".
El modelo de los Rays en cuanto a sus lanzadores se ha cumplido a rajatabla desde que Stuart Sternberg se convirtió en el dueño principal en 2005, con Andrew Friedman a cargo de la gerencia y Joe Maddon como el mánager.
Meticulosamente, se cuida que la cantidad de lanzamientos de sus jóvenes pitchers no sea exagerada. Se predica tirar strikes en el primer lanzamiento y ponerse al frente en la cuenta. Hay que emplear el cambio de velocidad en sus reportorios.
"Te ayudan a ver mentalmente, como ver beisbol más allá de tu nariz", indicó Torres, quien en el inicio de su carrera profesional fue un abridor. "En lo personal, mentalmente, me siento un lanzador maduro y preparado para enfrentar todas las situaciones".
Torres tuvo un sorbo de experiencia en las mayores con cuatro apariciones en 2011, pero pasó la temporada posterior en las menores trabajando en ajustes para su mecánica.
Los Rays no se esperaban el rendimiento cuando le subieron el 1 de junio, con su efectividad de 0.29 (una carrera limpia en 31 innings y un tercio), además de 38 ponches y 11 boletos.
"Esto era algo que francamente no lo esperábamos", dijo Maddon. "Ha estado impecable, con un extraordinario control, un magnífico cambio; usa el slider y tiene mucho aplomo en la lomita".
El nombre de Torres ya está sonando como candidato para el premio al Novato del Año, en el que podría acabar peleando con sus compañeros Archer y Wil Myers.
Hablando de Myers (.331, siete jonrones, 26 impulsadas y .891 de OPS en sus primeros 33 juegos), el jardinero llegó a los Rays en el receso luego que se desprendieron de los pitchers James Shields y Wade Davis en un canje con los Reales de Kansas City. Sí, otra transacción con acierto.
"Quisiera que terminara la temporada para ver qué va a pasar", dijo Torres. "En mi caso, primera vez que yo escucho que un relevista largo se puede considerar para un premio así. Hay que mantener esta dicha hasta el final".
Tampoco hay problema con su función: "Cuando subí, tenía claro que mi rol iba a ser de relevista largo, para darle descanso a mis compañeros en el bullpen, había sido usado con frecuencia. Y, poco a poco, con esas actuaciones me he ganado un puesto".