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jueves, 25 de julio de 2013

ASALTO AL CUARTEL MONCADA: CIMIENTOS DE LA REVOLUCIÓN

MÁXIMO LAUREANO
Fidel Castro Ruz.
Es un desacierto de los detractores de la Revolución Cubana, afirmar que el Guerrillero del Tiempo, Fidel Castro Ruz, sucedió una dictadura en 1959, para imponer la suya. Es por esto que es bueno aprovechar la fecha del 60 aniversario de los asaltos al Cuartel Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago y Bayamo, para reflexionar sobre algunos puntos de luz que la historia jamás niega a los ávidos de conocimientos.
Hay detalles que sobran en una explicación, pero cuando son los hombres que se niegan a la historia, urge que se insista con ciertos aspectos, que si bien no aclaran del todo el agua, al menos ayudan a que quien la tome no envenene, porque la verdad, siempre será un buen antídoto, para evitar un espasmo mental, cuando hablamos de acontecimientos históricos.

Se ha vende lo que se quiere y por tal razón llevar la idea de que Fidel Castro es un dictador, por sembrar una revolución que camina a los 55 años, no ha sido una propuesta que ha trascendido poco, es un elemento que se extiende con atractivos patrocinios de sectores que han entendido que la ceguera se impone sobre la realidad de los hechos.
Con el asalto al cuartel Moncada del 26 julio 1953, inició un movimiento revolucionario que se gestó con un plan de reformas sociales, en procura de dar al pueblo cubano, un gobierno, sin los vicios de corrupción y crímenes que imponía Fulgencio Batista, quien desde el 10 de marzo del 1952, había irrumpido el sistema político, e impuso un poder absoluto, sin la participación de la población.
Esta acción liderada por Fidel y su hermano Raúl, Pedro Miret, Montané, Abel Santa María, su hermana, Haydee Santamaría, Melba Rojas y otros nombres que ahora no recuerdo, porque no entré a google para escribir este artículo, fue una iniciativa valiente, desafiante, pero sobre todo, con un objetivo claro.
Me llega al recuerdo la frase de Fidel, cuando afirmaba, “No hay que ir a Guatemala”, para demostrar que podía hacer valer las denuncias de corrupción y el uso abusivo del erario por parte de los funcionarios del gobierno auténtico de Carlos Prío Socarrás, a quien el fundador y líder de la ortodoxia cubana, Eduardo Chibás, denunciaba, constantemente, sin poder llegar al fondo de muchas situaciones, que luego se pudieron comprobar, los bienes conseguidos con los fondos públicos, no solo estaban en el extranjero, también los habían en Cuba, donde los soldados trabajaban en las fincas de los jefes militares.
Dictador fue Batista, un gobierno que quitaba a los hombres y mujeres el derecho a la educación, salud y trabajo, para amasar riqueza para sus cuadros delictivos, detalles que los opositores de la revolución omiten para hacer valer sus argumentos de que el socialismo cubano es una dictadura, que hunde la isla en la pobreza.
El asalto al cuartel Moncada, constituye, el cimiento de la revolución, una idea parida de gente que lo tuvo todo y que prefirió mirar a lado de la igualdad para luchar.
Es Fidel quien habiendo nacido en un hogar de terratenientes, habiendo estudiado en La Salle, Colegio de Dolores y en Bellen, estudió derecho en la universidad de La Habana y se gradúa como abogado para la defensa de un pueblo, a través de las reformas sociales, presentadas en “La historia me absolverá”, marcado con un 16 de octubre 1953.
El Cuartel Moncada, tras el asalto en 1953. Foto: Cubadebate.
En las más de cinco décadas la Revolución Cubana, tiene muchos logros que exhibir, en materia de Educación, Salud, Seguridad, Nutrición y otros renglones, no porque lo digan sus defensores, sino porque así lo establecen organismos internacionales como UNESCO, ONU y la UNICEF. Aún así, la desigualdad golpea a los cubanos, porque su decisión de viajar en el Granma desde México, en diciembre de 1956, para honrar un compromiso de lucha, fortalecido desde Sierra Maestra, ha dejado heridas ideológicas y derrotas políticas que no son aceptadas por el capitalismo que responde con mezquindad.
Vendría la pregunta de que ha pasado en los países que dicen haber tenido alterabilidad de mandatarios, para sustentar sus gobiernos, la mayoría de estos, están sumidos en los embastes del narcotráfico, robos, criminalidad, corrupción estatal y con niveles muy bajos en educación, salud, por solo citar algunos casos, su política es basada en la corrupción que a su vez degenera en procesos electorales viciados, donde la población es conminada a votar, pero que se le quita la oportunidad de elegir.
Pudiéramos decir que la descripción anterior retrata el escenario de la República Dominicana, donde estas cosas son el día a día, República Dominicana, patria del libertador Máximo Gómez, el hombre que introdujo el machete, como instrumentos de lucha contra los españoles, en 1868, en la lucha de independencia de Cuba y Pichirilo Mejía, el comandante del barco de Cayo Confites en 1947, también a bordo del Granma, en la expedición México-Cuba, en 1956.

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