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lunes, 22 de julio de 2013

Perfil de un comunicador

Carlos Tejeda, periodista (firma invitada)
Un comunicador tiene como tarea esencial, entre muchas, ser sensible ante los problemas que afectan la colectividad. Deber ser competente y capaz en la comprensión, interpretación e intervención para la transformación social con sentido crítico, ético de las situaciones que enfrenta.
Un comunicador social de verdad, con un compromiso social, jamás cometerá la bajeza de robar el más mínimo objeto a un ciudadano o ciudadana, pero mucho menos dañaría la conciencia de su prójimo.
Un comunicador de verdad, que reconozca el valor de la integridad humana y los valores éticos de su profesión, no se prestaría, ni sería objeto de enlace para la manifestación del delito en ninguna de sus expresiones.
El reto de las nuevas generaciones gremiales es cambiar y profesionalizar en los medios de masa, debemos de contar con una herramienta democrática, pero de orden ético que aporte al desarrollo competitivo de la clase periodística. 
No es suficiente con decir que una persona, que haya incurrido en un delito, pertenece o no a los gremios. Es necesario tomar medidas drásticas, incluso con aquellos comunicadores colegiados que irrespetan las normas deontológicas del periodismo ético y profesional.
Urge la necesidad de parar la “cualquierización” de la herramienta más poderosa e influyente en el desarrollo sostenido de la sociedad dominicana. Decenas de egresados en diversas ramas de la comunicación no han podido descollar sus habilidades profesionales, simple y llanamente porque no existe una ley, ni un organismo que establezcan parámetros al momento de hacer uso de un micrófono, una máquina de escribir o una cámara de televisión en los distintos medios masa. 
Nuestros medios de comunicación lo podemos comparar con algunas de las rutas de concho en las que un desempleado pone su vehículo al servicio del ciudadano. El oficio no requiere de mucha experiencia: lo único necesario es hablar mucho, irrespetar la luz roja, conocer desvíos por zonas residenciales y estacionarse en cualquier esquina menospreciando el tiempo del pasajero que ya le ha abordado.
Sería diferente si, al momento de rentar un espacio o se empleara al alguien en el mismo, se le exigiera tener un título o certificación de una institución educativa, ser miembro de un gremio, una carta de buena conducta y referencias personales. Quien escribe sabe que lo propuesto es una odisea ya que los dueños de canales radiofónicos, de carácter impreso y/o televisivo sólo le interesa el desarrollo capitalista de sus empresas. 
Quien no es abogado no tiene derecho a subir a un estrado, quien no es médico no entra al quirófano. Cualquiera que lo haga es denunciado, apresado y rechazado por la sociedad. 
Para comprobación invito buscar en el portal de la web google, los nombres de los falsos médicos: Yon Manuel Pichardo Balbuena, Ronny Gustavo García Bonifacio, Argelis Antonio Acevedo Reyes y Danny Christopher García. Todos los mencionados fueron sometidos a la justicia por hacerse pasar como médicos en instituciones públicas de salud.
En el orden jurídico mencionamos los nombres de: “Pedro Sánchez y Paulino Manuel Estrella Almonte, quienes tenían varios años ejerciendo como abogados de manera clandestina” Fuente: Hoy Digital - 04/07/2011.Hace poco, el periodista Máximo Laureano denunció que una persona en una actividad se identificó como miembro de Acento, medio para el cual trabaja Laureano. La práctica debe ser sancionada ya que representa un peligro inminente para los medios, la clase y la sociedad.

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