MÁXIMO LAUREANO
Si algún ser vienera desde otro planeta a la tierra, y especificamente a República Dominicana, se sorprendería por muchas razones, para muestra, solo algunas rosas.
Por ejemplo al ver que la mayoría de las casas están forradas de verjas, posiblemente pensaría que aquí habitan fieras salvajes sumamente peligrosas o que los delincuentes son quienes imponen la ley. Hasta podría reflexionar en que son ellos los que fabrican y colocan las cercas y que aterrorizan con dos objetivos, para robar y para que usen sus servicios.
También podría pensar que no hay cuerpo policial o militar para establecer la seguridad ciudadana, al percatarse de que aquí los coroneles son acribillados a tiros por ser parte de casos de narcotráfico.
En el primer desfile presidencial se dará cuenta de que este es el país más derrochador, donde las autoridades hacen lo que les da la gana con el erario y que además las elecciones se gana con dinero y fundas de comidas, no con votos.
Cuando compruebe, como un simple regidor se hace rico sin mover un dedo, solo porque pegó un par “afiches” (promociones políticas), habrá que llevarlo al médico, porque júrelo que el impacto será grande, pero claro si está en Santiago habría que llevarlo al HOMS, el centro médico que el Gobierno le construyó a los ricos y caciques de esta comarca, porque si lo dejan en el Hospital José María Cabral y Baéz, se muere, por falta de una jeringa.
Si sale bien de esta recaída habría que reanimarlo bien para cuando se enteré de que tres tipos, llamados Juan Hubieres, Ramón Pérez Figuereo y Antonio Marte, paralizan el transporte del país, cada vez que les da la gana y que luego de eso llenan los periódicos con fotos de ellos, mínimo abrazados con el presidente de turno.
El marciano correría cuando se enteré que aquí se roba en los cargos del Estado o se estafa a los ahorrantes de cualquier banco y no lo envía a prisión, y que si por cosa de la vida lo juzgan, solo tiene fingir que estas enfermo y el presidente lo indulta.
Otra cosa, si eres de los desafortunados y condenados te convierte en una especie de rey en las cárcel, donde tiene todos los privilegios, lujos que la masa que decides las elecciones cada dos y cuatro años jamás tendría, aún en “libertad”.
Y de seguro no creerá que hay un grupo llamado el Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo) que es el dueño de los municipios de Licey al Medio y Villa Bisonó (Navarrete) y que ahí se trabaja cuando este grupo quiere, porque toda la vida hay n reclamos por los servivios básicos que los gobiernos nunca resuelven.
Al ver el río Yaque del Norte a su paso por Santiago, preguntará que donde están las autoridades que han permitido la barbarie de dejar que casi maten la prinicipal fuente acuífera de la región, ojalá aparezca alguien sensato que les diga que en nombre del rescate del este río se le ha entregado pacas de dinero a muchas instituciones públicas y privadas que no se sabe que han hecho con el dinero.
El problema será cuando al visitante les presenten a dos hombres con barba y los describan como héroes, el marciano deseará tener un Black Berry para llamar a su planeta y contar lo que ves y oye, pero que no cree, por más cuentos que les hagan, por más bachata y merengue de calle que escuche y por más romo (ron) que bebas.
Les van hablar de Jack Veneno, ese campeón de la “bolita del mundo”, un hombre famoso por su barba, querido por los niños y niñas, “el hijo de doña Tatica” y de seguro se reirá muchisimo con las historias de "saltos mortales", "hombres por los aires" y el "busquen la ambulanciaaaaa" del legendarios Silvio Paulino.
El otro héroes sería Melanio Paredes, experimentado profesor que irónicamente a reprobado la materia como ministro de Eduación, hombre famoso por su barba, pero no muy querido por los niños y niñas, sobre todo aquellos que por su ineptitud se han intoxicado con el desayuno escolar.
Créanme que este marciano, si es honesto y preocupado por la igualdad social, como refiere el título del artículo sufirá cada cosa que vea al llegar República Dominicana, pero si no lo es, de inmediato se pondrá con contacto con funcionarios del Gobierno de turno para no regesar a su planeta.
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