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| Abogado Francisco Hernández y Gervasio De la Rosa. |
SANTIAGO, República Dominicana.- Gervasio De la Rosa, presidente de la Federación de Trabajadores del Transporte de la Región Norte (Fenatrareno), no recuerda cuanto ha pagado por los terrenos comprados a Bienes Nacionales en el 2003, en La Barranquita-Santiago, pero pelea por la propiedad, alegando que hizo un negocio lícito.
El litigio empezará con una demanda al ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal, incoada por los defensores de Fenatrareno, por la presunta violación a la propiedad que reclama De la Rosa, frente al Centro Universitario Regional de Santiago (Cursa) de la UASD.
Para basar la demanda los asesores legales del empresario del transporte local, alegan que el funcionario irrumpió en los terrenos en compañía de miembros de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santiago (ACDS), para derribar sus cercas.
La acción de Jaime David Fernández Mirabal se originó luego que los periodistas deportivos y otras voces de Santiago, denunciaron que estos terrenos que pertenecieron a los asignados para las construcciones de instalaciones de los XV Juegos Centroamericanos y del Caribe, Santiago 86, eran repartidos a particulares.
De la Rosa, quien tiene los terrenos desde hace 10 años, avalado por un contrato de Bienes Nacionales del 17 julio del 2003, en el cual se autorizó la venta de 3, 254.65 metros cuadrados, dijo que la verdad saldrá a flote y demostrará que tiene derecho a reclamar.
Lo que llama la atención de este negocio que beneficia a Fenatrareno, es que los terrenos fueron vendidos como se dice a precio de “vaca muerta”, a solo RD$ 250.00, por metro cuadrado.
El precio es considerado irrisorio por los sectores que conocen la situación, pero el beneficiario alega que hace 11 años, se convino pagar este precio y que lo ha hecho con apego a la ley.
Por el terreno que reclama el transportista, se convino pagar un precio global de RD$ 813, 662.50, más un 8% de interés, el plazo dado para pagar el terreno es de 20 años, según explicó De la Rosa.
Para la obtención de los terrenos, el presidente de Fenatrareno, pagó un inicial de RD$ 81, 366.00 y una primera cuota de RD$ 10, 000.00, en julio del 2003. De la Rosa dijo al equipo de Acento.com.do, que ha pagado más de la mitad del terreno, sin embargo, aseguró que no recuerda con exactitud, el dinero que ha entregado a Bienes Nacionales por los terrenos que hoy reclama el ministro de Deportes y otros sectores locales.
En relación a las acciones emprendidas por Fernández Mirabal, Gervasio De la Rosa, quien fuera encarcelado por estafa al Plan Renove, en el Gobierno de Hipólito Mejía, dijo que se trató de un abuso de poder, por lo cual habrá una acción legal, a cargo del abogado Francisco Hernández, quien calificó la intervención del ministro como un atropello ciudadano.
En su poder Gervasio De la Rosa, también favorecido por un indulto, en el gobierno de Leonel Fernández Reyna, tiene a mano documentos que avalan como legal las operaciones que se han hecho con los terrenos de La Barranquita, al suroeste del centro histórico de Santiago.
Entre los documentos mostrados por De la Rosa, hay un contrato en el cual Bienes Nacionales, acuerda vender el terreno a la Fenatrareno, se establece un precio de RD$ 250.00 por metros cuadrado. El decreto 34-99, del presidente de turno Leonel Fernández, dejó sin efecto el comité organizador de los XV Juegos Centroamericanos y del Caribe, Santiago 86, en 2002, el presidente Hipólito Mejía, autorizó en un decreto el traspaso de los terrenos a Bienes Nacionales.
El diligente empresario del transporte, también consiguió que tanto la Cámara del Senado, como la Cámara de Diputados, firmen sendas resoluciones, en la cuales se valida la venta de los terrenos a su favor, ambos documentos emitido en junio y julio del 2006.
Los representantes de Fenatrareno, habrían solicitado los terrenos para la construcción de una casaclub, pero en este lugar no se ha puesto el primer block, con estos fines, Gervasio de la Rosa, alega que no ha iniciado el proceso, porque ha preferido esperar saldar el compromiso que acordó con las autoridades.
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