SANTIAGO, República Dominicana.-Ni tontos ni perezosos, ciudadanos de varios barrios populares aprovecharon la visita a esta ciudad de Danilo Medina, el pasado domingo, para decirle que sus funcionarios locales no están tocando como manda el “director de orquesta”, están “desafinando”.
Al grito de “¡queremos cambios para Santiago!”, representantes de los barrios de la Zona Sur en Santiago pidieron al gobernante que renueve el equipo gubernamental local.
Al grito de “¡queremos cambios para Santiago!”, representantes de los barrios de la Zona Sur en Santiago pidieron al gobernante que renueve el equipo gubernamental local.
La gente común y sencilla, que fue llevada al acto oficial celebrado el domingo en Estadio Domingo Rosario, no tiene la certeza de que el presidente Danilo Medina pudiera escuchar sus reclamos de cancelar a funcionarios en Santiago, que a su entender no han cumplido con su labor, pero de todos modos hicieron el intento, gritaron sus quejas hasta quedar desgañitados.
Y es que no siempre se tiene la oportunidad de contar con la presencia del presidente tan cerca como a dos metros de distancia. No importó la barrera que constituía la numerosa burocracia presente, más imponente que los encargados de la seguridad del gobernante cuando de mantener a raya al pueblo se trata. Las expresiones libres salvaron las murallas humanas y los ruidos del ambiente tan pronto como el protocolo cedió paso a los momentos de interacción informal.
“¡Queremos cambios para Santiago, señor presidente, queremos cambios!”, gritaban al unísono varias mujeres dirigiéndose al presidente Medina, mientras el mandatario saludaba a colaboradores y amigos.
“¡Queremos cambios para Santiago, hay funcionarios que no están haciendo el trabajo, no están atendiendo la gente!”, clamó una dama, que no se llegó a identificar, y que dejaba ver la angustia y la impotencia que la embargaban por no poder cruzar el cerco que le impedía hablar cara a cara con el jefe de Estado.
Los cambios dispuestos por el presidente Danilo Medina en la Policía Nacional y en la Dirección Nacional de Control de Drogas, en general, han sido bien vistos en Santiago.
Al mismo tiempo se ha estado a la espera de los funcionarios locales, aunque en Santiago son pocos los burócratas de la pasada gestión que han continuado en el Gobierno:
En Educación, Isabel Ureña; En Inapa, Roberto Durán; En el Hospital José María Cabral y Báez, Rolando Báez; En el Hospital infantil Doctor Arturo Grullón, Rosa María Morel. Estos son los funcionarios más importantes de la administración de Leonel Fernández que han continuado en sus puestos en la gestión actual del presidente Medina, con excepción de los cargos en la Justicia y el Ministerio Público, que no suelen renovados automáticamente con los cambios de gobierno. De los ministros santiaguenses, continúan en sus puestos José Ramón Fadul (Monchy), de Interior y Policía; y Ramón Ventura Camejo, del Ministerio de Administración Pública.
Otras voces
El activista comunitario José Jáquez consideró prudente que el Gobierno se abocara hacer cambios en instituciones coyunturales como la DNCD y la Policía, por su responsabilidad con la seguridad nacional, en momentos de crisis en este sentido.
Jáquez considera que en el caso de la Policía Nacional, el cambio se tardó más de lo establecido. “Si se parte de la realidad del descrédito que afecta al cuerpo armado”.
“Claro, eso debe traducirse en mejores resultados, la población lo que espera es que haya un mejor rendimiento de los trabajos, en la prevención y la persecución del crimen”, dijo.
Por su parte, para el diputado partido de oposición PRD, Geovanny Tejada, los cambios han sido positivos. Dijo que hay que valorar el intento de renovación partiendo del hecho de que en ninguna de las dos instituciones (PN y DNCD) se ha hecho el trabajo requerido para prevenir la delincuencia.
“Ojalá que los nuevos jefes puedan implementar un plan que lleve al país a salir de este flagelo”, afirmó el congresista, en referencia a las responsabilidad dadas por el presidente Danilo Medina al mayor general Manuel Castro Castillo, nombrado jefe de la Policía Nacional, y al coronel Julio César Souffront, designado presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
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